Quo vadis, balonmano?

Pasaré de puntillas sobre la victoria del Ademar ante el CAI Aragón (33-30); destacar las actuaciones de Claus Jakobsen, Sigfus Sigurdsson, Mateo Garralda, Raúl Entrerríos y Danijel Saric... Y cuando hay que repartir méritos el que sale reforzado es el equipo, gran noticia para este Ademar.

Pero hoy quiero hablar de otro equipo de balonmano, un equipo que se llama ASOBAL y que no acaba de hacerse un hueco en el corazón de los aficionados... ¿Cómo es posible que se hable más de un futbolista argentino de 20 años que podría fichar por el Real Madrid que de la mejor liga de balonmano del mundo? Resulta a todas luces incomprensible.

Se me ocurre que el balonmano está ayuno de referentes; es posible que nombres como los de Mateo Garralda o David Barrufet resulten vagamente familiares en entornos no estrictamente balonmanísticos, pero seguro que aficionados capaces de recitar de memoria la alineación de los 20 equipos de Primera División no saben quiénes son Mirza Dzomba o Kristian Kjelling.

Los aficionados a este deporte podemos hacer dos cosas:

- soñar con un mundo mejor y más justo en el que no haya guerras y el balonmano sea tratado como merece, o

- sacar el balonmano de los foros de balonmano, porque solo hablando de este deporte en otros lugares lograremos que la gente se interese, y que la gente se interese es el primer paso para llegar a los medios y llenar pabellones. El camino es incierto, largo y complicado. Pero si nadie da el primer paso...