ADEMAR 31-27 Barcelona

El ADEMAR ha pasado como una apisonadora sobre un Barcelona desdibujado. La diferencia, de 4 goles al final, llegó a ser de 9 mediada la segunda parte. El ambiente del Pabellón fue perfecto de principio a fin, y se vio la ola después de mucho tiempo. La diferencia de este Ademar con el de otras temporadas es, sobre todo, la profundidad del banquillo y el compromiso de los jugadores. Actitud perfecta de principio a fin, algo que ya se vio ante el Ciudad Real. Chapeau para ellos.

El Barcelona chocó con la defensa y con un Danijel Saric inconmensurable en la primera parte (se fue al descanso con solo 11 goles, una cifra que será difícil que se repita esta temporada). Iker Romero se estrelló contra una estrella, Sigfus Sigurdsson; el islandés se convirtió en un muro infranqueable para la primera línea azulgrana, bien secundado por un Julen Aguinagalde que también dio muestras de su calidad en ataque. En la segunda parte pudimos ver una defensa realmente temible: Viran Morros, Julen Aguinagalde, Sigfus Sigurdsson y Balazs Laluska, con Costa y Stranovsky en los extremos. Y falta Mateo Garralda.

En ataque brilló de forma especial Claus Jakobsen (todavía no sé lo que hizo en uno de los lanzamientos de 7 metros, pero a David Barrufet no le hizo mucha gracia). Notable para Stranovsky, Krivoshlikov, Costa, Perales, Entrerríos... Discreto Schlinger (apenas jugó), y muy efectivo Balazs Laluska, que perdió sus miedos y provocó al menos dos exclusiones.

Este es mi Ademar.

Ademar